LA REVOLUCIÓN FRANCESA Y LA INDEPENDENCIA DE LAS TRECE COLONIAS.

 






El nacimiento de las trece colonias

Este mapa muestra la ubicación de las trece colonias desde la llegada de los primeros colonos en 1607, hasta la fundación de la última en 1732, en la costa del océano Atlántico de América Norte.

Tuvo que pasar más de un siglo para que terminaran de establecerse las trece colonias. En ese siglo se realizaron transformaciones significativas en su organización, aunque no fue una tarea sencilla, les permitió elevar su calidad de vida, observa el siguiente video donde podrás reconocer el tipo de organización política económica y social de los colonos de las trece colonias.

La organización política tenía como visión principal garantizar los derechos de los colonos, les permitía el derecho a tener un juicio y ser representados, dando certeza a una vida tranquila y próspera para los colonos.

Una de las prioridades de la colonia Inglesa que tenía al colonizar el norte de América fue obtener productos coloniales y disponer de un nuevo mercado para sus exportaciones y así mismo desarrollar nuevas actividades económicas. Muchos se dedicaron a los desembarques de mercancías como algodón o tabaco entre otras, al comercio, construcción de barcos, la manufactura, las granjas de ganado. Estas actividades económicas eran consideradas muy redituables. Gracias a ellas familias enteras cambiaron de estilo de vida, para formar parte de estas nuevas colonias.

Había diferencias entre las colonias del Norte y Sur. Las colonias del norte se dedicaron principalmente al comercio marítimo y a la pesca, mientras tanto. Las colonias del sur eran de ideas conservadoras y su actividad económica estaba enfocada en las plantaciones de tabaco, algodón arroz e índigo (un colorante textil) el trabajo era realizado en su mayoría por esclavos provenientes de África, como fue comentado en el video.

 

En cuanto a lo social, la educación fue un gran logro para los colonos. El predominio de religiones protestantes, que exigían leer e interpretar la Biblia, y la necesidad de trabajar de las familias, impuso la crear escuelas en casi todos los pueblos, apoyadas por los vecinos, se enseñaba a los niños a leer, escribir y contar. Los niveles de analfabetismo eran muy bajos, más en el norte. Situación que no alcanzaban los más cultos países europeos. La iglesia protestante los formaba como personas trabajadoras y responsables.

La llegada de un gran número de inmigrantes de diferentes religiones y costumbres fue la base de la tolerancia. Incluso cuando la ley imponía la conformidad religiosa hubo algunas colonias que se negaron, tales como Rhode Island, Pensilvania, Delaware y New Jersey, no hay conexión entre el estado y la iglesia, ya que había un alto grado de libertad religiosa desde el principio. A su vez, esta tolerancia seguía atrayendo a otros grupos de inmigrantes al nuevo mundo. Su población fue creciendo a pasos agigantados. De 210 000 habitantes en 1690 a 2 121 376, en 1770. Lógicamente, esto es el resultado de la inmigración voluntaria y algunas veces forzada a gran escala de blancos y esclavos.

Se calcula que entre los migrantes sobrepasaron medio millón de europeos. Fueron considerados muy buena mano de obra ya que llegaban en edad laboral. Muchos llegaban con la visión de trabajar, y pagar los gastos del transporte y deudas que regularmente pagaban con trabajo eran considerados siervos hasta saldar la cuenta podían ser propietarios agrícolas u hombres mercantes.

Los migrantes esclavos no corrían con tal suerte ya que ellos eran comerciados sin su consentimiento, y tenían que trabajar en las distintas actividades económicas. Casi 90% de ellos se distribuían en las colonias del Sur.

El crecimiento económico trajo más migrantes, lo que aumentó la población. Muchos colonos se vieron beneficiados, ya que la mayoría preservaba las costumbres de su lugar de origen, como también las actividades económicas y el gobierno garantizaba sus derechos.

El bienestar de una sociedad está ligada al desarrollo de diversos aspectos, por ello ahora hablaremos de la organización política económica y social de las colonias.

La corona Inglesa mantenía una hegemonía internacional, y la colonización de las trece colonias le permitía ampliar nuevos mercados y abastecimiento de materias primas, así como contrarrestar problemas de mendicidad, desempleo, crecimiento poblacional, acumulación de tierras y disidencia religiosa.

 

En busca de la libertad: la independencia de las trece colonias

Es importante recalcar que uno de los motivos que generó el descontento en las colonias inglesas fueron los estragos de la guerra de los siete años pues, a pesar de que los colonos participaron en este conflicto y demostraron su capacidad y liderazgo, no tuvieron beneficios por parte de la corona en el sentido de hacer carrera política o militar, sino todo lo contrario.

Además, el costo económico de la guerra para la corona inglesa fue enorme, generando así una severa crisis económica. Para tratar de remediar la situación, el rey George III decide imponer a las colonias una serie de impuestos y ordenanzas, para afrontar las deudas derivadas de la guerra contra Francia. 

Se dictan leyes que afectaron las libertades e intereses de los colonos; por ejemplo, en 1761 el Parlamento inglés autorizó que funcionarios de la corona entraran en las propiedades privadas de las colonias, en busca de artículos introducidos por contrabando.

En 1764, se prohíbe a las colonias emitir papel moneda y se impone la Ley del Azúcar, con la cual, además de recaudar impuestos, se pretendía evitar el contrabando de este producto. 

Al año siguiente, Gran Bretaña envía un ejército de 10,000 soldados británicos a América con la finalidad de cuidar los territorios del norte y mediante la Ley de Alojamiento, obliga a los colonos de New York a dar alojamiento y a pagar el servicio y manutención del ejército; lo que genera descontento entre los colonos.

En ese mismo año de 1765, se promulga la Ley del Timbre y de acuerdo con esa ley, los colonos debían pagar un impuesto por colocar un sello fiscal a todos sus documentos legales: cartas, escrituras, diplomas, declaraciones de aduanas y periódicos. Al año siguiente, se ordena el pago de impuestos por la introducción a las colonias de cristal, plomo, papel y pinturas. Años más tarde también por la entrada de vino, café y seda.

El propósito de estas leyes fue mantener el control de la metrópoli sobre las colonias, evitar el contrabando y recuperar su economía con la limitación del comercio. 

Entonces se podría decir, qué, ¿fue el mismo gobierno de Inglaterra quien con sus medidas impopulares dio la pauta para que los colonos decidieran organizarse y buscar su independencia? Así es, el desarrollo económico y político que habían alcanzado los colonos, les daba cierta seguridad en sí mismos y la capacidad de poder manejar sus propios intereses, sin estar supeditados a las restricciones e imposiciones de la corona británica.

Otro aspecto que influyó en el descontento de los colonos tenía que ver con la negativa del rey y del parlamento para que representantes de las nuevas posesiones inglesas tuvieran en los asuntos del reino.

Debido a estas inconformidades Inglaterra cerró los puertos y el comercio con las colonias, creando un monopolio donde la denominada “Compañía de Indias Occidentales” era la única que podía comerciar con las colonias en territorio americano, controlando las cargas de té y de otros productos provenientes de Europa; esto llevó a los colonos a organizarse y a provocar disturbios para manifestar su descontento.

  • El creciente descontento en las colonias propició movimientos como el boicot a los productos ingleses en Boston, Massachusetts, en el año de 1768.
  • Otro movimiento de inconformidad fue el conocido como la Masacre de Boston en 1770 donde 5 civiles bostonianos perdieron la vida frente a las fuerzas del ejército inglés.
  • Sin duda, el suceso más representativo de estas protestas, es el que se conoce como el Motín del té en 1773, derivado de la promulgación de la Ley del Té, pues significó el comienzo de la guerra de independencia de las colonias norteamericanas.


 La Ley del Puerto de Boston, proclamada en marzo de 1774, bloqueaba y declaraba ilegal el uso del puerto hasta que los colonos pagaran los daños ocasionados por el Motín del Té. Ante esta situación, las colonias como Carolina del Sur se solidarizan enviando provisiones a Massachusetts, lo cual significó el primer paso hacia la unificación de las trece colonias en contra de Inglaterra.

La Ley del gobierno de Massachusetts, aprobada en mayo de 1774, tenía la finalidad de controlar al gobierno local, pues decretaba que los puestos políticos en el gobierno colonial debían ser elegidos por la Corona, a fin de eliminar la obstrucción y asegurar el cumplimiento de las leyes británicas.

 La Ley de la Administración de Justicia, de ese mismo año, limitaba las capacidades de los tribunales coloniales para juzgar a los funcionarios británicos, quienes en caso de cometer algún ilícito debían ser juzgados en Londres.

 Ante este panorama los colonos, en particular los llamados “Hijos de la libertad”, hicieron un llamado a la unidad de las colonias e invitaron a organizarse militarmente para luchar por la independencia.

Por supuesto, no se puede dejar de lado la influencia de las ideas liberales e ilustradas, ya que fueron básicas para la conformación de esta nueva nación.

El acceso a las ideas liberales y de la ilustración en un inicio era solo para un pequeño grupo de personas educadas, ya que muchas veces estos compendios llegaban a través de los puertos y, en otro idioma, así que debían traducirse y darse a conocer por medio de folletos o periódicos que pudieran estar al alcance de todos los colonos.

Entre estos intelectuales estaban Benjamín Franklin y Thomas Paine, quienes se convirtieron en los principales difusores de las ideas liberales y de la ilustración en las trece colonias.

¿Cuáles eran esas ideas que apoyaron el movimiento de Independencia?

  • Inglaterra creía en el liberalismo económico, la tolerancia religiosa y la monarquía parlamentaria donde el rey consultaba con los representantes de la población los asuntos importantes del país.
  • Mientras que Francia, se enfocaba en el establecimiento de una república con división de poderes, haciendo a un lado el gobierno parlamentario y monárquico.
  • La influencia de esas ideas en el movimiento de independencia se puede ver en los congresos organizados para debatir sobre los derechos de los colonos; derecho a la vida, a la libertad, y a la propiedad, dejando claro que la emigración no significaba que hubieran perdido estos derechos, y que sus descendientes tampoco.
  • Estos congresos darían origen a la proclamación de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América el 4 de Julio de 1776, con Thomas Jefferson, entre sus autores. Las ideas sobresalientes de este documento hacen referencia a las leyes naturales; todos los hombres eran creados iguales y cada persona estaba dotada de derechos inalienables entre los cuales figuraban la vida, libertad y búsqueda de la felicidad.
  • Destaca también la igualdad, la tolerancia religiosa, un gobierno republicano, así como la propiedad privada, como pilares para el surgimiento de una nueva nación, con un sistema político donde los gobernantes obtuvieran esa autoridad, tras ser elegidos por el voto de los ciudadanos.

Ahora sabes que las ideas del liberalismo y de la ilustración sirvieron de base para reforzar el anhelo de libertad e
independencia de las trece colonias y lo puedes ver reflejado en documentos como la Declaración de Independencia.

No bastaba solo con darla a conocer la independencia, era necesario hacer de esa declaración una realidad. Para 1775, las colonias que atendieron al llamado de libertad, organizaron un ejército comandado por George Washington, un militar de carrera y gran propietario de tierras en Virginia, quien más adelante se convertiría en el primer presidente de los Estados Unidos de América.

Ambos bandos esperaban que la guerra fuera corta y cada uno confiaba en que saldría victorioso. Poco a poco, la balanza se fue inclinando a favor de las colonias debido;

  • PRIMERO, a que Inglaterra continuaba sin recuperarse de la crisis económica provocada por la guerra de los siete años; y no podían hacer frente a una nueva guerra.
  • SEGUNDO; a que Benjamín Franklin consiguió el apoyo de Francia, enemigo tradicional de Inglaterra y, con ello, la alianza de España. También logró que otros reinos europeos se declararan neutrales ante el conflicto.
  • TERCERO, a que el ejército inglés desconocía el territorio americano, por lo que, después de varias derrotas, la Gran Bretaña se ve obligada a reconocer la independencia de las Trece Colonias en 1783 y, por tanto, a reconocer el surgimiento de una nueva nación: los Estados Unidos de América.

La Independencia y la forma de gobierno republicana adoptado por los Estados Unidos sirvieron como modelo no sólo para movimientos europeos como la Revolución Francesa, sino también para la independencia de las colonias de España en América.

LA REVOLUCIÓN FRANCESA

Se conoce como la Revolución Francesa a un movimiento de corte político y social que ocurrió en el entonces Reino de Francia en el año 1798, que sacudió las bases de la monarquía absolutista de Luis XVI y condujo a la instauración de un gobierno republicano y liberal en su lugar.

Este evento es considerado casi universalmente como el suceso histórico que marcó el inicio de la época contemporánea en Europa y Occidente. La Revolución Francesa y el bonapartismo que vino después conmocionaron al mundo entero y esparcieron por las ideas de la Ilustración Francesa, resumidas en el lema revolucionario de “libertad, igualdad, fraternidad”.

La Revolución Francesa inició cuando las masas ciudadanas, empobrecidas y sometidas, se opusieron al poder feudal, desobedecieron la autoridad de la monarquía y encendieron la mecha del cambio histórico.

Así, derrocaron el gobierno aristocrático y emprendieron la caótica construcción de una sociedad basada en los derechos fundamentales de todos los seres humanos.

Sin embargo, no todo acabó ese mismo año, sino que duró unos diez años (1789-1799) de cambios violentos y organización popular, durante los cuales se dictaminaron los primeros derechos universales del ser humano, se le arrebató a la Iglesia Católica mucho del poder que detentaba y se redactó la primera constitución republicana de la historia occidental.

Tantos eventos, desde luego, no se dieron sin un margen importante de violencia, tanto por parte de las tropas de la corona, que dispararon al pueblo insurrecto, como por filas revolucionarias que guillotinaron a los reyes y sus edecanes, junto con aquellos ciudadanos leales a la monarquía o a quienes luego hallaron culpables de ser contrarrevolucionarios, durante un período conocido como “El terror” (1792-1794).

Además, la naciente república francesa tuvo que enfrentar la intervención de enemigos foráneos como los ejércitos de Austria y Prusia, que acudieron en defensa de la monarquía, temerosos de que ocurriera algo similar en sus propios países.

La Revolución Francesa tuvo su fin con la toma del poder por parte de Napoleón Bonaparte, un general revolucionario que dio un golpe de Estado para devolver el orden a la convulsa República Francesa, proclamando poco después su propio Imperio y lanzándose a la conquista de Europa.

La Francia de 1799 era totalmente distinta a la de 1789. En apenas una década, la Revolución había creado un estado completamente nuevo. De una monarquía absolutista se había pasado a una república. Ya no había súbditos, sino ciudadanos. La sociedad, antes capitaneada por aristocracia y clero, tenía ahora en la burguesía su motor principal. Tan irreconocible estaba la nación y tan ori­ginal era el modo en que se había organizado que hubo de remontarse a la Roma clásica para dar nombre a sus nuevas instituciones: Senado, Consulado, Tribunado, Prefectura...

Las leyes y la economía, el arte y la ciencia, la educación, el ejército, el papel de la Iglesia, la administración territorial... todos los aspectos del estado habían cambiado respecto del Antiguo Régimen. E, inevitablemente, el modelo de esta renovación integral se tomó como ejemplo en aquellas otras latitudes en que también se perseguía la soberanía del pueblo en los asuntos colectivos, la libertad política y la igualdad ante la ley. Francia estaba de estreno tras el vendaval revolucionario y el mundo la miraba fascinado.

La hora de la burguesía

El establecimiento del régimen republi­cano en 1792 había abolido los privilegios de casta imperantes desde la Edad Media. Con la caída del máximo exponente de esta estructura feudal, el rey, desaparecieron derechos arbitrarios, como el contundente peso político de los nobles sobre el resto de la población. También se suprimieron los diezmos, esa parte de la cosecha que se destinaba como tri­buto a la Iglesia o a la Corona, y se eliminó la primacía de los hijos mayores en la herencia de las propiedades.

Los grandes beneficiarios de estos cambios fueron quienes los habían provocado, los burgueses. En la práctica, la mejora de su situación se manifestó en una redistribución, favorable a su clase, del poder político y la propiedad privada. La posesión de bienes, libre de los condicionamientos señoriales, hizo que cualquier francés económicamente independiente fuese un elector y un posible miembro del gobierno del es­tado: un ciudadano.

Así, la an­tigua estructura de la sociedad, vertical y estanca, dio paso aun activo esquema horizontal, donde cualquiera podía acceder a los cargos públicos y a la propiedad. El país galo, donde las tierras y las riquezas pronto estuvieron repartidas entre muchos más titulares que poco antes, se convirtió en el europeo con mayor cantidad de pequeños propietarios.

Esta realidad socio económica tuvo su expresión política fundamental en la constitución de asambleas de representantes. Los ciudadanos, mediante elecciones, delegaban libremente su cuota de poder público en diputados que abogaban por sus intereses. Estas cámaras, lo mismo que sus homólogas en Estados Unidos, fueron los primeros antecedentes modernos de los actuales parlamentos democráticos.

La Revolución también replanteó las competencias de la Iglesia y el Estado, en el pasado compenetrados. Por un tiempo separó a este último de la religión, sobre la base de las libertades de culto, conciencia y expresión. Prueba de este nuevo enfoque fueron los derechos civiles que se concedieron a protestantes y judíos, antes marginados. O, tras el concordato firmado por Napoleón, el trato entre iguales entablado entre París y la Santa Sede.

En el campo administrativo, ya en 1790 se había reordenado el territorio en un centenar de departamentos que barrieron la antigua división en señoríos. Los departamentos estaban re­gidos por un consejo general y un presidente, dos títulos de resonancias republicanas. En la era napoleónica –o de la consolidación revolucionaria– sumaron a su organigrama un prefecto. Era un delegado del gobierno central, que de este modo cohesionaba el te­jido burocrático del país, radial y con eje en la capital. 

Una sociedad que impulsaba cambios tan radicales como los que desarticularon el Antiguo Régimen no podía ignorar la remodelación de la educación. La formación de las nuevas generaciones en los ideales revolucionarios era un asunto prioritario. Ya la Convención había establecido la escolarización obligatoria y gratuita. Los gobiernos sucesivos prosiguieron este camino para garantizar el acceso de todos los ciudadanos a los beneficios de la instrucción, antes reservada a los estamentos que podían costearse la enseñanza de forma privada.

También se abrió a las masas la gran cultura. Las obras de arte, antes enclaustradas para placer exclusivo de los poderosos que las encargaban, fueron expuestas a la ciudadanía en espacios acondicionados expresamente con ese fin. Había nacido el museo público. El más importante de ellos fue el Louvre, ubicado en una antigua residencia real de París, cuyos cuadros y esculturas fueron en otros tiempos patrimonio de monarcas y magnates.

LAS INSTRUCCIONES PARA LA ACTIVIDAD DE LA SEMANA

Trabajo: diagrama de flujo

Título: La revolución francesa

Instrucciones: Con información de las clases de Aprende en Casa II complementa en tu libreta de apuntes, la información que se solicita en el siguiente diagrama de flujo sobre el tema de LA REVOLUCIÓN FRANCESA:

CAUSAS 

(por lo menos 4 causas)

 

 

 

 

 

 

 

 

👉

DESARROLLO

(descripción de la revolución francesa)

 

 

 








👉

CONSECUENCIAS

(por lo menos 4 consecuencias)

 

 

 

 

Puedes consultar las páginas 53 a la 55 de tu libro de texto.

Envía tu evidencia en una fotografía tomada en forma VERTICAL, al correo electrónico profesorasanta379@gmail.com  Fecha límite de entrega: viernes 30 de octubre a las 19:00 horas.

 ¿QUÉ ES UN DISGRAMA DE FLUJO?

El diagrama de flujo, también conocido como flujograma, es una herramienta utilizada para representar la secuencia de las actividades en un proceso. Para ello, muestra el comienzo del proceso, los puntos de decisión y el final del mismo.

En el caso del estudio de la historia, sirve para representar procesos históricos con una relación de causa consecuencia, como en este caso: causas de la revolución Francesa 👉 que llevaron al movimiento armado llamado Revolución francesa y a su vez, genera 👉consecuencias de ese movimiento armado.




Comentarios

  1. Erika Samantha bautista Zacarías 1B mi opinión sobre le tema es que es una historia muy larga de la revolución francesa pero aprendes algo importante como las causas el desarrollo y consecuencias de la revolución Francesa

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