CONSECUENCIAS DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

 

En una guerra, ¿quiénes combaten?



Aprendizaje esperado: Analiza el fascismo y su papel impulsor de la Segunda Guerra Mundial.

Énfasis: Reconocer el papel de la mujer en la Segunda Guerra Mundial.

¿Qué vamos a aprender?

Reconocerás el papel de la mujer en la Segunda Guerra Mundial. Es muy importante mencionar que si bien, durante esta sesión te centrarás en la Segunda Guerra Mundial, la participación de las mujeres ha sido fundamental en todos los procesos históricos del país y mundiales a lo largo del tiempo.

¿Qué hacemos?

 

Durante la Segunda Guerra Mundial participaron todos los sectores de la población de los países beligerantes, es decir, los que estaban en conflicto; en el caso de la Unión Soviética, la presencia de las mujeres fue muy importante.

La periodista bielorrusa Svetlana Alexievich, Premio Nobel de Literatura, se dio a la tarea de recoger diversos testimonios de mujeres que participaron en la defensa de la Unión Soviética. Lee algunos de ellos.

Primer testimonio:

«No sabría decir dónde ocurrió [...] En qué lugar [...] Estaba en un cobertizo con unos doscientos heridos, yo sola. Traían a los heridos directamente del combate, había muchos. Era en una aldea [...] No recuerdo el nombre, han pasado tantos años [...] Me acuerdo de que no dormí, no me senté ni un solo minuto en cuatro días. Todos decían: “¡Enfermera! ¡Ayúdeme!” Yo corría de uno a otro enfermo; una vez me tropecé y me caí, me quedé dormida al instante. Me despertó un grito, un comandante, un teniente joven, también estaba herido, se incorporó un poco y pegó un grito: “¡Callaos! ¡Silencio!”. Se dio cuenta de que estaba exhausta, de que todos me llamaban, les dolía: “¡Enfermera! ¡Enfermera!”. Me levanté de un salto y me puse a correr, no sé hacia dónde, ni para qué. Entonces lloré, por primera vez desde que estaba en el frente lloré. Después [...] Nunca llegas a conocer a tu corazón. En invierno, los prisioneros de guerra alemanes empezaron a desfilar por delante de nuestra unidad. Iban congelados, con las cabezas envueltas en unas mantas rotas, con los capotes agujereados. Hacía tanto frío que los pájaros se congelaban al vuelo. Caían congelados. En esta hilera había un soldado [...] Un niño [...] Las lágrimas se le habían congelado sobre las mejillas [...] Yo iba empujando un carro con pan, lo llevaba al comedor. Él no lograba apartar la mirada de aquel carro, no me veía a mí, solo al carro. El pan [...] el pan [...] Cogí una hogaza, la partí y le di un trozo. Lo cogió [...] No se lo creía [...] No [...] ¡No se lo creía! Yo estaba feliz [...] Estaba feliz porque no era capaz de odiar. Me sorprendí a mí misma [...].

Segundo testimonio:

«Alguien les había dicho a los alemanes dónde estaba el campamento de los combatientes. Rodearon el bosque y cerraron todos los accesos. Nosotros estábamos escondidos en lo más profundo del bosque. Nos salvaban los pantanos, los del destacamento punitivo no se metían allí. El cenagal se tragaba la técnica y a los hombres. Durante días, durante semanas, estuvimos de pie con el agua llegándonos hasta el cuello. Con nosotros había una operadora de radio que había dado a luz hacía poco. Un bebé de un año [...] Pedía pecho [...] Pero la madre tenía hambre, no había leche, el niño lloraba. Los soldados estaban cerca [...] Llevaban a los perros [...] Si los perros le oían, moriríamos todos. Todo el grupo, unas treinta personas [...] ¿Lo entiende? El comandante tomó la decisión [...] Nadie se atrevía a transmitir la orden a la madre, pero ella lo comprendió. Sumergió el bulto con el niño en el agua y lo tuvo allí un largo rato [...] El niño dejó de llorar [...] El silencio [...] No podíamos levantar la vista. Ni mirar a la madre, ni intercambiar miradas [...]”.

Hasta aquí la lectura.

¿Qué labores de trabajo identificaste?

En la lectura aparecen una enfermera y una operadora de radio. La participación no se dio sólo en el campo de batalla; la población civil también fue muy importante para resistir a los estragos de la guerra, conoce más sobre la participación de las mujeres en este periodo.

La Segunda Guerra Mundial generó una profunda transformación social, económica, política y cultural Provocó también cambios importantes en las relaciones de género y transformó en muchos aspectos la vida cotidiana y el papel de las mujeres en la sociedad durante el siglo XX

Durante la Segunda Guerra Mundial, millones de hombres fueron movilizados a los ejércitos de los países aliados y de las potencias del Eje, trasladándose a los frentes de batalla distribuidos en prácticamente todas las regiones del mundo. Esa movilización masculina hizo que las mujeres casadas o que vivían en pareja, que cumplían mayoritariamente el papel de madres, compañeras y esposas, responsables de las tareas domésticas y de la alimentación y el cuidado de las y los hijos, quedaran al frente como jefas de familia, haciéndose cargo también de la manutención del hogar y de la responsabilidad de atender todos los aspectos de la vida cotidiana en los hogares: económicos, de mantenimiento, de abasto, de alimentación, de seguridad, de educación, de  recreación. La carga de trabajo de estas mujeres se multiplicó sustancialmente en ese periodo.

Ahora se inicia con el aspecto económico.

Desde mediados del siglo XIX, muchas mujeres, sobre todo en los países más industrializados, ya trabajaban en fábricas textiles y en la confección de cigarros. Algunas pioneras habían incursionado en la educación y en los nuevos servicios que surgían en el siglo XX, como la telefonía. Sin embargo, la mayoría de las mujeres trabajadoras lo hacían en las labores agrícolas, en las que desempeñaban diversas tareas.

Este panorama cambió sustancialmente con la Segunda Guerra Mundial. Millones de mujeres se incorporaron a las tareas productivas, no solamente para poder mantener a sus familias, sino que fueron responsables de producir en laboratorios y talleres buena parte de los bienes y servicios que demandaba la sociedad de sus respectivos países; además, de producir una parte importante de los productos y bienes que servían para sostener a los ejércitos en combate.

Esto hizo que la proporción de mujeres que ingresaron a las actividades económicas creciera de manera significativa durante el conflicto bélico, sobre todo en los países más industrializados y que tuvieron los ejércitos más numerosos. En la Alemania nazi, que empleó masivamente a mujeres en su industria de guerra y en las actividades económicas en general, la cifra de mujeres trabajadoras creció de 11.2 millones en 1933 a 12.8 millones, pero si se incluyen los territorios ocupados por el ejército alemán, la cifra asciende a 14.6 millones. En la Unión Soviética, al finalizar la guerra, más de la mitad de la fuerza laboral era femenina.

Además de la mayor participación de las mujeres en las actividades productivas, otro cambio significativo fue su participación directa en la guerra.

Centenares de miles de mujeres formaron parte de los ejércitos en lucha. Tan solo en los Estados Unidos de América, 350 mil mujeres formaron parte de las Fuerzas Armadas, en la aviación y en la marina. Hubo mujeres pilotos; además, había más de cien mil mujeres en las Fuerzas Armadas Femeninas y más de 6 mil mujeres oficiales.

Muchos miles más entraron a la industria de la guerra, que producía los aviones, tanques, carros de combate,
armas y municiones, así como en los servicios telegráficos y telefónicos. Más de 310 mil mujeres trabajaron en la industria aérea, siendo el 65% del total de la mano de obra empleada en ese sector. De igual modo miles de ellas trabajaron en la fabricación de barcos y en la marina.

En la Unión Soviética hubo una participación femenina aún mayor. Se estima que en el Ejército Rojo participaron entre medio millón y un millón de combatientes mujeres. José Stalin creó un grupo de tres regimientos compuestos casi exclusivamente de mujeres pilotos. Aunque de menor proporción que en la URSS, en Inglaterra, Francia, así como en prácticamente todos los países, ocurrió un fenómeno semejante de participación femenina directa en la guerra y en la industria y los servicios asociados a ella.

Vale la pena destacar el trabajo de miles de enfermeras y muchas doctoras que formaban parte de la retaguardia de los ejércitos como encargadas de atender a los heridos. En Gran Bretaña, por ejemplo, hubo un servicio especial de enfermería de la Real Fuerza Aérea. Además de las mujeres enlistadas en los ejércitos de sus países, muchas otras ingresaron como voluntarias en organizaciones humanitarias como la Cruz Roja, empleándose sobre todo como enfermeras.

Para conocer más sobre el papel de las mujeres en la Segunda Guerra Mundial, se te invita a revisar el siguiente video.

  1. Las mujeres en la Segunda Guerra Mundial.

https://www.youtube.com/watch?v=tzchs28wwMc

Revisa del tiempo: 00:23 al 5:01.

Como te puedes dar cuenta en el video, las mujeres se ganaron a pulso el reconocimiento a su trabajo y a su valor como protagonistas centrales de la guerra. Sin embargo, hubo también mucha resistencia en la cultura y las tradiciones prevalecientes. Los salarios que ganaban las mujeres en las actividades productivas tradicionales y en la industria de guerra eran menores a los de los hombres, a veces, del cincuenta por ciento menos. Esta problemática persiste en la actualidad, por ejemplo, ONU Mujeres identificó que, en Estados Unidos de América, las mujeres afroamericanas ganan sólo 62 centavos, las mujeres indígenas 57 centavos, y las latinas 54 centavos por cada dólar que ganan los hombres blancos.

Hubo también una acentuada discriminación racial. En los Estados Unidos de América, las mujeres afroamericanas no eran bien vistas por las mujeres blancas, quienes las segregaban, además de que sus salarios eran inferiores. Lo mismo ocurría con las mujeres de ascendencia asiática y latina.

La Segunda Guerra Mundial fue también una catástrofe para millones de mujeres. En el Tercer Reich, las mujeres judías, las gitanas y las polacas fueron el blanco preferido del exterminio nazi. Millones de mujeres fueron víctimas de la política genocida nazi. Se calcula que la mitad de las víctimas fueron mujeres. Muchas de ellas perecieron en los campos de concentración, fueron abusadas sexualmente y esterilizadas con el propósito de impedir la procreación de “razas” que consideraban inferiores, a través de la eugenesia, como lo estudiaron anteriormente.

Las mujeres se empoderaron notablemente durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando ésta llegó a su fin y los miles de hombres combatientes regresaron a sus hogares, muchas mujeres que habían ingresado a la fuerza de trabajo en las industrias y servicios, fueron desplazadas. Sin embargo, las mujeres habían tomado una mayor consciencia de su importancia en la sociedad y muchas de ellas no permitieron este desplazamiento y lucharon por conservar sus puestos de trabajo.

La vida ya no fue la misma. A partir de entonces las mujeres lucharon en múltiples frentes: para que se reconociera su derecho a organizarse colectivamente, para poder acceder a la educación superior y a empleos, y una vez en ellos, ganar sueldos justos, así como tener mejores condiciones laborales y poder acceder a puestos de mayor responsabilidad como puestos directivos.

A partir de la transformación social durante y después de la Segunda Guerra Mundial, se sentaron las bases del feminismo de las décadas siguientes, en el que las mujeres adquirieron mayor consciencia sobre su identidad femenina y sus derechos, consciencia, organización y formas de lucha que no han cesado desde entonces.

Conoce más sobre estas luchas a través del siguiente video.

  1. Construir relaciones para la equidad de género.

https://www.youtube.com/watch?v=wn_IQLeDAEM

Revisa del tiempo 00:33 al 01:20 y del 1:50 al 3:18.

Ahora, se realizará una breve recapitulación acerca de la participación de las mujeres durante y después de la Segunda Guerra Mundial.

Durante el conflicto, trabajaron como enfermeras que rescataban y cuidaban a los heridos del frente de batalla, también como pilotos en distintos ejércitos, destacando las del ejército soviético. Colaboraron como miembros de la resistencia de los países ocupados por Alemania y como soldados. Como ejemplo, el ejército estadounidense tuvo un cuerpo femenino en el que se enlistaron alrededor de 150 000 mujeres. Además, hubo notables espías.

Por otra parte, mientras la mayoría de los hombres luchaban en los frentes de batalla, las mujeres se encargaron de las labores agrícolas e industriales en sus países. Esto fue muy notorio en Estados Unidos de América, pues el sistema productivo, el comercio y la vida cotidiana siguieron su curso gracias a ellas.

Al término de la guerra, y con el regreso de los hombres, las mujeres se negaron a limitarse a su papel de acompañantes y amas de casa, y conservaron sus puestos de trabajo, que les daban independencia económica. Como consecuencia indirecta, la guerra aceleró la incorporación femenina al mundo laboral y activó un cambio en la concepción cultural que existía de la mujer.

 

Los costos de la Segunda Guerra Mundial

Apendizaje esperado: Analiza el fascismo y su papel de impulsor de la Segunda Guerra Mundial

Énfasis: Explicar las consecuencias políticas, económicas, sociales y culturales de la Segunda Guerra Mundial

¿Qué vamos a aprender?

El propósito que guiará esta sesión consiste en: explicar las consecuencias políticas, económicas, sociales y culturales de la Segunda Guerra Mundial, la guerra más brutal que ha sufrido el mundo.

Recuerda que para realizar anotaciones solo necesitan lápiz o bolígrafo, cuaderno, y su libro de texto para profundizar y ampliar sus conocimientos acerca del tema.

¿Que hacemos?

La Segunda Guerra Mundial dejó casi trece millones de niñas y niños muertos, y miles de huérfanos alojados en orfanatos. La periodista bielorrusa Svetlana Alexievich, Premio Nobel de Literatura, se dio a la tarea de recoger estos testimonios y publicó Últimos testigos. Los niños de la Segunda Guerra Mundial. Pon atención a este par de experiencias:

El primero es de Taisa Nasvétnikova, tenía siete años:

“El 9 de mayo nos despertamos por la mañana muy temprano porque alguien empezó a gritar muy fuerte. Estaba amaneciendo. Mamá se fue a ver qué pasaba. Volvió corriendo, desconcertada: «¡La Victoria! ¿De verdad es la Victoria?». Era algo insólito: la guerra había acabado, una guerra tan larga… Unos lloraban, otros reían, otros chillaban… Lloraban los que habían perdido a los suyos, pero ¡se alegraban porque había llegado la Victoria!

La gente reunió toda la comida que nos quedaba en uno de los apartamentos: unos llevaron un puñado de cereales; otros, unas cuantas papas; a otro le quedaba un poco de betabel. Nunca olvidaré aquel día. Aquella mañana…, incluso la tarde de aquel día fue diferente…

Durante la guerra, por alguna razón, todos hablaban en voz baja, me parecía que susurraban. Pero de pronto a nuestro alrededor todo el mundo se puso a hablar en voz alta. Los niños no nos apartábamos de los mayores, nos daban cosas de comer, nos acariciaban, nos animaban a salir a la calle: «Venga, salgan, que hoy estamos de fiesta». Y luego nos volvían a llamar a casa. Nunca nos habían abrazado y besado tanto como aquel día.

Yo tuve mucha suerte: mi padre volvió de la guerra. Me trajo unos juguetes muy bonitos. Eran juguetes alemanes. Yo no lograba entender cómo era posible que los juguetes alemanes fueran tan bonitos…

Con mi padre también intenté hablar de la muerte. De los bombardeos que sufrimos cuando mamá y yo estábamos siendo evacuadas de la ciudad… De cómo a lo largo de todo el camino, a ambos lados de la carretera, yacían nuestros soldados muertos. Tenían la cara cubierta con ramas de árboles. Las moscas zumbaban sobre los cuerpos… Miles de moscas… Del alemán muerto… Le hablé del padre de una amiga mía que había logrado regresar de la guerra y murió a los pocos días. Murió de un ataque al corazón. Yo no conseguía entenderlo: ¿cómo se puede morir después de una guerra, cuando todo el mundo está feliz? Papá no decía nada”

El segundo testimonio es de Nikolái Beriozka

“Nací en 1945, pero recuerdo la guerra. Yo conocí la guerra. Mi madre me encerraba en otra habitación… O me enviaba a la calle, a jugar con los demás niños… Pero igualmente podía oír los gritos de mi padre. Gritaba mucho rato. Yo me quedaba pegado al quicio de la puerta: mi padre se sujetaba la pierna lisiada con las dos manos, la mecía. O se contorsionaba en el suelo y se la golpeaba con los puños: «¡La guerra! ¡La guerra!». Cuando el dolor mitigaba, mi padre me abrazaba, y yo le tocaba la pierna: —¿Te duele la guerra? — le preguntaba. La guerra ya había acabado, pero mi padre murió por culpa de la guerra. Murió por las heridas.”

La Segunda Guerra Mundial tuvo un enorme costo en vidas humanas, dolor, sufrimiento, así como una enorme destrucción de ciudades, aldeas, campos agrícolas, caminos y comunicaciones que devastaron las economías de los países que participaron en ella.

La pérdida de vidas humanas es difícil de calcular, pues además de los soldados caídos en los frentes de batalla, en los bombardeos aéreos y en las ejecuciones por motivos raciales, hay que incluir a los millones de civiles que murieron por hambre, desnutrición, enfermedades y la violencia de la guerra. Por esta razón, se estima que murieron entre 35 y 60 millones de personas, la mayor catástrofe producida por una guerra en la historia de la humanidad; seis millones fueron judíos, quienes murieron víctimas del Holocausto. A esta tragedia, habría que añadir los millones de soldados y civiles que quedaron mutilados e incapacitados física o mentalmente de manera permanente por los efectos de guerra.

Los países aliados más afectados fueron los de Europa oriental. La URSS tuvo 18 millones de muertos, el 10% de su población, de los cuales, 7 millones fueron civiles; Polonia perdió 5.8 millones, el 20% de sus habitantes; Yugoslavia sufrió 1.5 millones de muertes, equivalente al 10% de su población. Gran Bretaña y Estados Unidos de América, que no fueron invadidos, tuvieron 375 mil y 298 mil perdidas respectivamente. China, que participó del lado de los aliados contra el Imperio Japonés, tuvo más de 1.3 millones de soldados muertos, sin poder estimarse los millones de civiles que murieron por hambruna y enfermedades derivadas de ese conflicto.

Por su parte, los países del Eje que más muertes sufrieron fueron Alemania, con 4.2 millones y Japón, con casi dos millones. Italia tuvo 390 mil muertes, mientras que Hungría y Rumania se acercaron cada una al medio millón.

Los costos económicos derivados de la Segunda Guerra Mundial también fueron enormes. Aunque es difícil de cuantificar el costo económico total, se estima que fue mayor a un billón de dólares de esa época.

La industria y la agricultura de los países de Europa occidental ocupados por el ejército nazi, tuvieron que producir para satisfacer las necesidades de guerra de las fuerzas ocupantes; los países de Europa oriental fueron explotados aún más.

Millones de hombres y mujeres de los países ocupados fueron obligados a trabajar en fábricas y granjas alemanas. La resistencia popular, que se organizó en los países ocupados, provocó una brutal represión germana, sobre todo en Polonia y Yugoslavia. Eso ocasionó escasez de alimentos, hambrunas, enfermedades y un gran sufrimiento de la población civil.

Adicionalmente, hubo una gran destrucción física, ocasionada por las toneladas de explosivos arrojados desde los aires por los ejércitos de uno y otro bando. En Gran Bretaña, un tercio de las casas fueron destruidas por los bombardeos de la aviación nazi; en Francia, Bélgica y Holanda, el 20% de sus zonas habitacionales quedaron vacías. Los sistemas de transporte sufrieron también un gran daño.

Al finalizar la guerra, la economía de Europa occidental estaba paralizada, mientras que, en Europa del este, la situación era peor pues muchas poblaciones fueron arrasadas. Polonia quedó devastada, pues un tercio de sus edificios fueron destruidos, junto con el 60% de sus escuelas y un tercio de su agricultura. Alemania sufrió una destrucción todavía mayor: casi la mitad de sus ciudades más grandes quedaron en ruinas. Por ejemplo, en Düseldorf, 93% de las viviendas quedaron inhabitables, es decir, sólo 7 de cada 100 familias tenían dónde vivir.

Todo esto provocó que millones de personas se quedaran sin hogar, 50 millones de individuos fueron expulsados de sus hogares y, al final de la guerra, 25 millones de desplazados se encontraron en situación de refugiados. Los caminos de Europa se llenaron por los ríos de desplazados que, al terminar la guerra, regresaban a sus países de origen o emigraban en busca de sobrevivir. Esto propició que se produjera la mayor ola migratoria conocida hasta el momento.

 

En China, en los territorios ocupados por Japón, se vivió una situación semejante a la de Europa del este. Ahí, las difíciles condiciones de vida de la gente, debido a la sobrepoblación, el atraso económico y las guerras internas que llevaban décadas, se agravaron con la ocupación japonesa. Ocurrieron hambrunas, epidemias y revueltas llevando a millones de personas a emigrar para salvarse de los bombardeos y la explotación de las tropas japonesas. Filipinas, ocupada también por Japón por tres años, sufrió la destrucción provocada por la guerra entre esta nación y los Estados Unidos de América.

Japón fue también uno de los países que sufrió una mayor devastación. El 40% de las 66 ciudades japonesas más grandes fue destruido, además de la terrible tragedia humana que produjo el estallido de las bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945. En Hiroshima, se calcula que entre 50 y 100 mil personas murieron el día de la explosión. Además, el estallido generó una ola de calor de más de 4,000 °C en un radio de aproximadamente 4.5 km. El calor provocó incendios los siguientes días, mismos que terminaron por devastar la ciudad. En Nagasaki, el número de muertos se estima en las 50 mil personas. En ambas ciudades, la población que sobrevivió murió después a causa de la radiación, se calcula que, hasta diez años después, las tasas por diversos tipos de cáncer continuaban al alza.

Los supervivientes de este terror que fue la guerra, ya fuesen de las naciones victoriosas o vencedoras, tendrían que luchar largos meses para reconstruir sus casas, sus naciones y sus vidas.

¿Cuáles consideras que fueron las mayores dificultades que pasaron los habitantes de Varsovia, Londres o Hiroshima para sobrevivir? ¿Crees que fueron diferentes a las de otras personas, en otros países?

Sobre los costos humanos, ve y escucha el siguiente vídeo, del minuto 00:21 al 04:44.

  1. Lo que fuimos

https://www.youtube.com/watch?v=8ddbnjuDLSs

Una de las consecuencias más importantes de la Segunda Guerra Mundial fue un nuevo equilibrio y una nueva


alineación entre los países del mundo. En términos económicos, políticos y militares, Estados Unidos de América se consolidó como la potencia más fuerte y en la nación líder de los países capitalistas. El ascenso de Estados Unidos de América como el país más poderoso de la Tierra, que había comenzado tras el fin de la Primera Guerra Mundial, llegó a su culminación con la Segunda Guerra Mundial. Aunque sufrió una fuerte pérdida de vidas humanas y un enorme costo económico, este país no fue invadido, ni sufrió la terrible destrucción física y económica que sufrieron muchos países europeos y Japón, quienes tardarían décadas en recuperarse y alcanzar los niveles que tenían antes de la guerra.

En otra latitud, surgió una nueva potencia que en pocos años se convirtió en el principal contrapeso de Estados Unidos de América, la Unión Soviética, cuya influencia se extendió a varios países de Europa del este, en donde la guerra y la ocupación de sus territorios por el ejército soviético catalizó la toma del poder de partidos socialistas que se alinearon con la URSS y constituyeron lo que se denominó “el bloque socialista”. Así, el mundo de la posguerra quedó con una nueva configuración en dos bloques, el capitalista y el socialista, encabezados por Estados Unidos de América y la URSS, que sustituyeron a los viejos imperios europeos colonialistas en su disputa por la hegemonía global.

Por otro lado, la devastación de la Segunda Guerra Mundial obligó a que los países vencedores pusieran en marcha un plan de reconstrucción económica, conocido como Plan Marshall, pues fue dado a conocer en 1947 por el Secretario de Estado, George Marshall.

Este fue un programa de ayuda económica que brindó Estados Unidos de América a Europa para reconstruir su devastada economía y, de paso, activar el mercado, fomentar el libre comercio y promover la inversión; también buscaba detener los avances del comunismo, pues temían que la pobreza y la desesperación beneficiaran a los partidos que se oponían al sistema capitalista. Es decir, a través de este plan, Estados Unidos de América buscó incrementar su presencia en Europa occidental frente a la expansión del comunismo en Europa oriental.

En este nuevo orden, una de las consecuencias más importantes de la Segunda Guerra Mundial fue el inicio de los procesos de descolonización en Asia y África, observa el siguiente video del minuto 00:16 al 03:12.

  1. Los mapas de la segunda mitad del siglo XX

https://www.youtube.com/watch?app=desktop&v=hgjJssemufI&t=42s

En paralelo, se creó un nuevo organismo internacional que sustituyó a la Sociedad de las Naciones, que había sido incapaz de evitar la guerra, dando nacimiento a la Organización de las Naciones Unidas el 24 de octubre de 1945.

Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, la cultura en el mundo occidental comenzó a cambiar. Movimientos en pro de la paz surgieron a ambos lados del Océano Atlántico, y la cultura de consumo se propagó.

Las sociedades comenzaron a cambiar, pues ahora se hizo más notoria la preocupación por el bienestar de las niñas, niños y adolescentes; y muchas mujeres comenzaron a exigir derechos que no les habían sido reconocidos pese a su importante participación en la guerra.

 

Por una cultura de paz



Aprendizaje esperado: Analiza el fascismo y su papel de impulsor de la Segunda Guerra Mundial.

Énfasis: Reflexionar sobre la Primera y la Segunda Guerra Mundial y la construcción de una cultura de paz.

¿Qué vamos a aprender?

Reflexionarás sobre la Primera y Segunda Guerra Mundial y la construcción de una cultura de paz.

¿Qué hacemos?

La primera mitad del siglo XX vivió el desarrollo de dos guerras que mostraron las posibilidades que tenía el ser humano para autodestruirse. Después de 1945, el mundo se mantuvo en una polaridad entre el bloque capitalista y el bloque comunista, marcando el resto del siglo XX con la posibilidad de desencadenar guerras aún más catastróficas.

Para entender mejor este contexto, lee el siguiente texto del historiador británico Eric Hobsbawm:

“Pero ¿qué era exactamente lo que había cambiado? La guerra fría había transformado la escena internacional en tres sentidos. En primer lugar, había eliminado o eclipsado totalmente las rivalidades y conflictos, salvo uno, que configuraron la política mundial antes de la segunda guerra mundial.

Algunos de ellos desaparecieron porque las grandes potencias coloniales de la época imperial se desvanecieron, y con ellas sus rivalidades sobre las dependencias que gobernaban. Otros acabaron porque todas las «grandes potencias» excepto dos habían quedado relegadas a la segunda o tercera división de la política internacional, y las relaciones entre ellas ya no eran autónomas ni, en realidad, mucho más que de interés local […].

En segundo lugar, la guerra fría había congelado la situación internacional y, al hacerlo, había estabilizado lo que era un estado de las cosas provisional y por fijar […]. La estabilización no era la paz. Con la excepción de Europa, la guerra fría no fue una época en la que se olvidó lo que significaba pelear. Apenas pasó algún año entre 1948 y 1989 sin que hubiese conflictos armados graves en alguna parte. No obstante, los conflictos estaban controlados o amortiguados, por el miedo a que provocasen una guerra abierta —o sea, atómica— entre las superpotencias […].

En tercer lugar, la combinación de poder, influencia política, corrupción y la lógica de la bipolaridad y del antiimperialismo mantuvieron más o menos estable la división del mundo. […]

Todo el mundo exportaba armas […] Este comercio con la muerte no se reducía a la amplia gama de aparatos que sólo podían utilizar los gobiernos, sino que el surgimiento de una época de guerrillas y terrorismo originó una gran demanda de armas ligeras, portátiles y suficientemente destructivas y mortíferas, y los bajos fondos de las ciudades de finales del siglo XX proporcionaron un nuevo mercado civil a esos productos”

Hasta aquí la lectura

Como has podido leer, el fin de la Segunda Guerra Mundial no significó el establecimiento de una era de paz en el mundo ¿qué hacía falta para lograrlo?

Como recordarás, tras el fin de la Primera Guerra Mundial y la firma del Tratado de Versalles, se creó la Sociedad de las Naciones, una organización internacional que tenía como propósito evitar el estallido de nuevos conflictos. Sin embargo, debido a que nunca tuvo una operatividad real, no logró evitar el estallido de 1939.

Por ello, cuando se desencadenó la Segunda Guerra Mundial, los países aliados, encabezados por Estados Unidos de América, Gran Bretaña y la Unión Soviética, tomaron la iniciativa de formar una nueva organización internacional que fuera más efectiva a la hora de garantizar la paz mundial. De ese modo, en agosto de 1941, el presidente de Estados Unidos de América, Franklin D. Roosevelt y el Primer Ministro de Gran Bretaña, Winston Churchill, firmaron la Carta del Atlántico que, un año después, se convirtió en la Declaración de las Naciones Unidas, firmada por 26 países aliados que lucharon contra las potencias del Eje.

Estados Unidos de América, Gran Bretaña y la Unión Soviética diseñaron una nueva organización desde su estructura y funciones. Los líderes de esos países continuaron en otras reuniones celebradas en Washington en 1944 y en la Conferencia de Yalta de febrero de 1945, que culminó con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Organización Internacional, teniendo lugar en San Francisco, California, donde se aprobó la Carta de las Naciones Unidas.

Esa conferencia contó con la participación de 50 países: 9 de Europa, 21 de América, 7 del medio oriente, 2 del sudeste asiático, 3 de África, 5 de la comunidad británica y las repúblicas soviéticas de Ucrania y Bielorrusia, además de la URSS. A ellos se sumó Polonia como el estado 51 que la suscribía.

En esa reunión se formó el Consejo de Seguridad, formado por las tres principales potencias, a las que se agregó China, con la facultad de vetar las resoluciones de la Asamblea General en las que no estuvieran de acuerdo.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) nació oficialmente el 24 de octubre de 1945.

Como se mencionó, el 26 de junio de 1945 se firmó en San Francisco la Carta de las Naciones Unidas, en donde los países miembros adoptaron como propósitos:

  1. Mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin: tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz.
  1. Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos […].
  1. Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión.
  1. Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos propósitos comunes

Para cumplirlos, dentro de la ONU se crearon seis organismos. Entre ellos destacan la Asamblea General (en la que están representados los países miembros, y en donde se discuten y aprueban resoluciones sobre los principales problemas que afectan a la comunidad internacional) y el Consejo de Seguridad (que reúne a las principales potencias y tiene la responsabilidad de velar por la paz), así como la Corte Internacional de Justicia.

Asimismo, para atender a los principales problemas de la humanidad, dentro de la ONU se han creado 16 agencias. Las principales son la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Internacional del Trabajo, la Organización Mundial de la Salud, y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Ahora, observa el siguiente video para identificar las principales acciones que desempeñan estas organizaciones.

  1. Organismos de paz: acciones humanitarias en el mundo de la posguerra a la actualidad.

https://www.youtube.com/watch?v=6tanuqnqLHw

Revisa del tiempo: 01:19 al 06:18.

Pero, ¿existían instituciones que buscan defender los derechos de las personas más vulnerables?

La ONU aprobó el 10 de diciembre de 1948 la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que estableció, por primera vez, que éstos son fundamentales y deben protegerse en el mundo entero. Entre los artículos de la Declaración se defienden los derechos a la vida, la libertad y la seguridad; además de que se combate la esclavitud, la servidumbre y la tortura.

Asimismo, otro documento fundamental es el de la Convención de los Derechos del Niño, que entró en vigor el 2 de septiembre de 1990. En sus considerandos, la convención recuerda que la infancia tiene derecho a cuidados y asistencia especiales; que los niños deben crecer en la familia en un ambiente de felicidad, amor y comprensión; que deben estar preparados para una vida independiente en sociedad y ser educados en un espíritu de paz, dignidad, tolerancia, libertad, igualdad y solidaridad.

Dentro de la ONU se creó en diciembre de 1950 El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) con el objetivo de ayudar a los millones de desplazados y refugiados en el mundo como consecuencia de las guerras y otros conflictos.

También, por iniciativa de la ONU, el 17 de julio de 1998 se creó la Corte Penal Internacional, que entró en vigor en 2002. Está conformada por 124 países con sede en La Haya, Países Bajos. Su trascendencia radica en ser el primer tribunal de carácter judicial e internacional, encargado de perseguir y juzgar a los responsables de crímenes graves contra la humanidad, genocidio y crímenes de guerra. Su antecedente son los juicios de Núremberg.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial se estableció en la ciudad de Núremberg, Alemania, un tribunal internacional encargado de juzgar a criminales de guerra alemanes y japoneses. Entre 1945 y 1946, fueron juzgados militares y civiles. Los procesados estaban acusados de cuatro cargos: crímenes contra la paz; crímenes contra la humanidad, por exterminio, genocidio y deportaciones de las y los conducidos a los campos de concentración; así como crímenes de guerra y conspiración.

Desafortunadamente, a pesar de los esfuerzos emprendidos por la Organización de las Naciones Unidas y sus organismos para establecer un mundo de paz, ésta no se ha logrado debido a que intereses políticos, económicos y hasta culturales lo han impedido. No obstante, la labor de la ONU ha sido muy importante en diferentes territorios como Yemen, Burkina Faso, Sudán del Sur, y Nigeria.

Aun así, las acciones a favor de construir un mundo de paz no deberían ser exclusivas de una organización, sino de todas las naciones y su sociedad.

Ahora, observa un vídeo respecto a este tema

  1. La humanidad busca la paz.

https://www.youtube.com/watch?v=UBvnQbFDbhQ

Revisa del tiempo: 0:32 al 5:46.

¿Habías considerado que pequeñas acciones, como las que emprendes, contribuyen a la edificación de un mundo en paz?

Cuando te das cuenta del valor de tus propias acciones, construir un mundo pacífico donde quepan muchos mundos y todos puedan vivir en paz no parece algo tan lejano.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

IMPERIALISMO DEL SIGLO XIX

BURGUESÍA V.S. MONARQUÍA ABSOLUTA.

MANIFESTACIONES ARTÍSTICAS EN MÉXICO A TRAVÉS DE LA HISTORIA